Jueves 24-7-2014
23:00h (apertura de puertas)
8€ taquilla
LA RANA MARIANA, el grupo nació de forma espontánea, cuando Anna, Sergio y José se fueron de vacaciones a Menorca. Músicos, en el equipaje incluyeron sus instrumentos (el cajón, la guitarra y la trompeta) y, como no podía ser de otra manera, acabaron tocando. El nombre de la banda también fue algo no pensado. «Compramos una rana y la teníamos con nosotros, al lado de la funda de la guitarra. La gente, sobre todo los niños, nos preguntaban cómo se llamaba. Salió la rana Mariana y ese acabó siendo el nombre del grupo», explican perfectamente acompasados Anna, Sergio y José, a los que se fueron incorporando después los otros tres componentes de esta banda que mezcla ritmos latinos como el son, el merengue o la rumba con el funky. Desde entonces La rana Mariana no ha parado de visitar diferentes charcas y de paso arrastrar a su camino a unos cuantos músicos más ampliando su número del doble al triple. Y es que este grupo de Valencia llegan a ser nueve en el escenario dando a su espectáculo una música rica tanto en ritmo como en melodía, y donde el bailar del público se convierte en una auténtica fiesta.
PASCUALA Y FAUNA, Pascuala Ilabaca es una de las máximas exponentes de la prolífica nueva escena de cantautores chilenos jóvenes. Su música es de raíz tradicional pero tiene la habilidad de incorporar matices más propios del jazz, el pop y el rock e influencias recogidas a lo largo de su vida en lugares tan distantes como la India o México. Tiene una gran presencia escénica encima del escenario, casi siempre armada con su acordeón, y tiene la virtud de endulzar con la voz los ritmos y melodías de la banda que le acompaña: Fauna.
Pascuala Ilabaca se interesó por la música desde muy pequeña. Estudió en la Universidad Pontificia de su ciudad natal, pero enseguida entendió que debía desligarse de las reglas excesivamente estrictas que le imponían sus profesores. Ya en su debut discográfico “Pascuala canta a Violeta” (2008), lleno de canciones basadas en el folclore chileno, se incorporó una tabla hindú y guitarras eléctricas. “Pascuala canta a Violeta” era un homenaje a Violeta Parra, su gran inspiración, y un ejercicio de recuperación de los sonidos tradicionales de su país. Este hecho convenció a la entonces presidenta de Chile, Michelle Bachelet, para invitarla a la gira que hizo por la India, país donde Pascuala Ilabaca había vivido de pequeña.
Convencida de la necesidad de romper con los esquemas musicales que le habían transmitido, Pascuala Ilabaca se instaló nuevamente en la India durante un año para profundizar en los sonidos y ritmos de ese país asiático. De aquella experiencia nacieron dos discos, ambos publicados en 2010. El primero, “Perfume o Veneno”, lo grabó con su proyecto paralelo Samadi y estaba fuertemente influenciado por la música hindú. El segundo, ya grabado junto a su Fauna, se titulaba “Diablo Rojo, Diablo Verde” y se adentraba en sonidos más puramente chilenos como la cumbia, el trote o la cueca. Sin embargo, no renunció a añadir ingredientes propios de recetas más actuales, algunas tan alejadas del folclore como el drum’n’bass.